¿SABES QUÉ ES LA IDENTIDAD Y LA ALTERIDAD?
IDENTIDAD
La identidad personal es el conjunto de características
propias de una persona y la concepción que tiene de sí misma en relación al
resto de personas. La identidad personal es individual, dinámica y abarca
diferentes dimensiones de la persona.
La identidad personal permite por un lado la individualización o
diferenciarse del resto de personas y por otro ofrece la posibilidad de
pertenencia a un grupo o colectivo.
En otros ámbitos como el administrativo, la identidad
personal es el conjunto de información y datos diferenciadores e
individuales que sirven para identificar a una persona. La identidad de una
persona se refleja en este sentido en información personal, números, fotos,
huellas digitales y otros elementos que permiten identificar de manera oficial
a alguien.
ALTERIDAD
Como alteridad se denomina la condición o estado de ser
otro o de ser diferente. Como tal, se aplica al descubrimiento que del otro hace
el él y a toda la amplia gama de imágenes y representaciones
del otro y del nosotros que esto trae
consigo.
La palabra, como tal, proviene del latín alterĭtas, alteritātis,
que a su vez deriva del latín alter, que significa ‘otro’.
Para la filosofía, la alteridad es lo contrario a la identidad y,
en este sentido, puede ser definida como la relación de oposición que se
registra entre el sujeto pensante, es decir, el yo, y el objeto
pensado, o sea, el no yo. Así, la alteridad es el principio
filosófico que permite alternar o cambiar la propia perspectiva por la del
otro.
En este sentido, la alteridad implica que un individuo sea capaz de
ponerse en el lugar del otro, lo cual posibilita que pueda establecer
relaciones con el otro basadas en el diálogo y la conciencia y valoración de
las diferencias existentes.
Así, según la alteridad, para constituir una individualidad es
necesaria, primero, la existencia de un colectivo, pues el yo existe a partir
del otro y de la visión de este. El otro permite que el yo pueda comprender el
mundo a partir de una mirada diferente en relación con la propia.
De hecho, uno de los principios de la teoría de la alteridad es que el
yo, en su forma individual, solo puede existir a través del contacto con el
otro, pues el ser humano, como sujeto social, tiene inherentemente una relación
de interacción y dependencia con el otro.
De allí que se afirme que la diferencia constituye la base de la vida
social y de sus dinámicas y, al mismo tiempo, la fuente de sus tensiones y
conflictos.
LA ÉTICA Y LA MORAL
En contexto filosófico, la ética y la moral tienen diferentes
significados. La ética está relacionada con el estudio fundamentado de los
valores morales que guían el comportamiento humano en la sociedad, mientras que
la moral son las costumbres, normas, tabúes y convenios establecidos por cada
sociedad.
Estos términos tienen diferente origen etimológico. La palabra
"ética" viene del griego "ethos" que
significa "forma de ser" o "carácter". La palabra
"moral" viene de la palabra latina "morales",
que significa "relativo a las costumbres".
La ética es un conjunto de conocimientos
derivados de la investigación de la conducta humana al tratar de explicar las
reglas morales de manera racional, fundamentada, científica y teórica. Es una
reflexión sobre la moral.
La moral es el conjunto de reglas que se aplican
en la vida cotidiana y todos los ciudadanos las utilizan continuamente. Estas
normas guían a cada individuo, orientando sus acciones y sus juicios sobre lo
que es moral o inmoral, correcto o incorrecto, bueno o malo.
En un sentido práctico, el propósito de la ética y la moral es muy
similar. Ambas son responsables de la construcción de la base que guiará la
conducta del hombre, determinando su carácter, su altruismo y sus virtudes, y
de enseñar la mejor manera de actuar y comportarse en sociedad.
RELACIONES INTERPERSONALES
Entendemos por relaciones interpersonales a uno de los fenómenos más
importantes en la vida de cualquier ser humano: la socialización con sus pares
en diferentes situaciones, circunstancias y características. Tal como lo dice su
nombre, las relaciones interpersonales se caracterizan por darse entre dos o
más personas, son aquellas que suponen que un individuo interactúa con otro y
por tanto, entra en su vida al mismo tiempo que deja que esa otra persona entre
en la suya. Las relaciones interpersonales son lo opuesto a las relaciones intrapersonales,
aquellas que una persona establece en su interior y que tienen como objetivo
fortalecer su yo individual.
Las relaciones interpersonales son consideradas completamente naturales para el ser humano ya que el mismo es un ser gregario, lo cual quiere decir que vive en sociedades. Este tipo de relaciones son siempre necesarias para el desarrollo pleno de la persona y es por esto que aquellas personas que tienen problemas o dificultades sociales para relacionarse con otros suelen sufrir o terminar aislándose del mundo que los rodea.
Las relaciones interpersonales son muchas y muy variadas, pudiendo una persona conocer diferentes tipos de ellas o algunos pocos. Entre los más comunes debemos mencionar a las relaciones familiares (las primeras que una persona establece y las que lo marcan de por vida), las relaciones de amistad, de pareja, laborales, etc. Todas estas relaciones nutren a la persona ya que cada una de ellas aporta elementos que van determinando el carácter y la personalidad del individuo.
En muchos casos, las diferentes relaciones que uno va manteniendo a lo largo de la vida pueden dejar hondas heridas ya que en gran parte las mismas se establecen en base a vínculos emocionales y no tanto racionales. Es así entonces que actos como el abandono, el maltrato, una ruptura amorosa, la traición o la desidia pueden fácilmente marcar a la persona y dejarle heridas emotivas o psicológicas muy grandes.
En la actualidad, las relaciones interpersonales son un factor muy importante en determinados ámbitos laborales en los cuales el trabajo en equipo o el desarrollo de una cartera propia de clientes son necesarios. Es por esto que aquellas personas con facilidad para relacionarse y socializar suelen ser mejores vistas para algunos puestos que aquellas que prefieren trabajar individualmente.
Las relaciones interpersonales son consideradas completamente naturales para el ser humano ya que el mismo es un ser gregario, lo cual quiere decir que vive en sociedades. Este tipo de relaciones son siempre necesarias para el desarrollo pleno de la persona y es por esto que aquellas personas que tienen problemas o dificultades sociales para relacionarse con otros suelen sufrir o terminar aislándose del mundo que los rodea.
Las relaciones interpersonales son muchas y muy variadas, pudiendo una persona conocer diferentes tipos de ellas o algunos pocos. Entre los más comunes debemos mencionar a las relaciones familiares (las primeras que una persona establece y las que lo marcan de por vida), las relaciones de amistad, de pareja, laborales, etc. Todas estas relaciones nutren a la persona ya que cada una de ellas aporta elementos que van determinando el carácter y la personalidad del individuo.
En muchos casos, las diferentes relaciones que uno va manteniendo a lo largo de la vida pueden dejar hondas heridas ya que en gran parte las mismas se establecen en base a vínculos emocionales y no tanto racionales. Es así entonces que actos como el abandono, el maltrato, una ruptura amorosa, la traición o la desidia pueden fácilmente marcar a la persona y dejarle heridas emotivas o psicológicas muy grandes.
En la actualidad, las relaciones interpersonales son un factor muy importante en determinados ámbitos laborales en los cuales el trabajo en equipo o el desarrollo de una cartera propia de clientes son necesarios. Es por esto que aquellas personas con facilidad para relacionarse y socializar suelen ser mejores vistas para algunos puestos que aquellas que prefieren trabajar individualmente.
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