domingo, 22 de noviembre de 2015

Prácticas de consumo


El consumo es claramente una parte importante de la dinámica de cada mercado y por ello cualquier aproximación a la investigación de éstos debe tener al menos una hipótesis clara de lo que es el consumo.
Mi interpretación parte de la siguiente observación: el consumo no siempre parece ser un acto racional o planificado con precisión por la gente, en muchas ocasiones las decisiones de consumo se dan naturalmente, sin mucha introspección o juicio y la gente a veces ni siquiera es capaz de verbalizar el por qué detrás del consumo de algo.
A mi juicio, esto no significa que el consumo sea un acto totalmente irracional y sin sentido, si no que simplemente tiene una lógica más compleja.
Esta complejidad sin embargo, comienza a esclarecerse al considerar que las decisiones de consumo no son decisiones aisladas en la vida de las personas si no que se ordenan en torno a prácticas (practices), rutinas o hábitos establecidos en la vida de las personas.
El consumo no es una dimensión independiente de la vida de las personas, es parte integrada y armoniza perfectamente con la vida de las personas. Se ordena en torno a las mismas instituciones sociales con que las personas organizan sus vidas y sus motivaciones tienden a ser las mismas que mueven las acciones de las personas en otros ámbitos de su vida (en este sentido hay que distinguir consumode consumismo).

Es por esto que la investigación de mercado, al preocuparse del consumo de cierto tipo de productos o servicios, tiene que buscar conectar distintas decisiones de consumo de las personas incluso más allá de las decisiones específicas de esos productos o servicios, identificando prácticas de consumo establecidas y coherentes con otros ámbitos de la vida de la personas.

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